Me cobra por un trabajo que
dura quince minutos, lo que yo me gano en un día de trabajo, pero argumenta que
todo es justo pues todo está muy caro, las hojillas no cortan los peines no
peinan como antes y las escobas no quieren ser eficientes, todos los argumentos
sirven pues el objetivo es cobrarme lo que no me gano por lo que él hace,
cuenta las historias de lucha de los justos para liberarse de los tiránicos, no
ejerce la profesión que aprendió pues no gana lo que gana por el oficio que
practica, al final coloca un espejo detrás de mi cabeza para que yo vea que no
me trasquilo pero sobre todo que la parte que no veo de mí es la más importarte
para los que me critican, a grandes rasgos esta es la historia del barbero que
me cobra lo que no me gano.
lunes, 11 de diciembre de 2017
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