viernes, 26 de marzo de 2010
Mis niños no solo juegan Ajedrez
“Soñar alfiles y vivir dentro de una torre, no de marfil, prisionero de tu propio enroque largo: eso puede ser una vida dedicada al ajedrez. La mente, propensa a las adicciones, trabaja para imaginar jugadas en un tablero inexistente y todo alrededor se desvanece: los amigos, la familia, la pareja.”
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