“La violencia humana está presente en todos los
contextos sociales donde el ser
humano está inmerso (pareja, trabajo, colegios, grupos de amigos, etc.). Aunque
la diferenciación entre agresión y violencia en seres humanos es muy compleja y
ha sido muy discutida, a lo largo de este trabajo ambos términos serán
considerados como sinónimos. Hasta aproximadamente los años 70 se pensaba que
la testosterona (T) era la única sustancia relacionada con la conducta agresiva
de acuerdo a un modelo
unidireccional, según el cual un mayor nivel de T producía mayor nivel de
agresión. En aquella época, la mayoría de los estudios analizaban los efectos
de la administración de T en roedores macho gonadectomizados. En la actualidad,
la literatura científica sugiere que el comportamiento agresivo y la violencia
estarían mediados por una compleja interacción mutua de diversos sistemas
hormonales, entre los que destacaría el eje hipotálamo-hipófiso-gonadal (HHG),
con diversos neurotransmisores y otras sustancias, con factores genéticos y,
por supuesto, con el ambiente, que engloba factores fundamentales como el abuso
de sustancias psicoactivas o el maltrato infantil.”
sábado, 15 de febrero de 2014
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